AVISO
Estás por abandonar la web institucional. El Banco no se
responsabiliza sobre la nueva página a la cual vas a ingresar.
Las acciones representan una fracción del capital social de una empresa, otorgándole a su tenedor la calidad de accionista.
Los rendimientos de las acciones son variables ya que dependen de la rentabilidad de la empresa en cada momento. Una parte de los resultados empresariales se distribuye entre los accionistas (dividendo) y la otra se reinvierte en el negocio de la compañía.
Al ser un activo de renta variable, su rentabilidad no está implícita al momento de adquirirlo, sino que va a depender del precio de compra, del precio de venta y de los dividendos futuros que la empresa distribuya.
Un bono es una promesa de pago futura de una obligación donde el prestatario se obliga a devolver al prestamista una cierta suma de dinero en un plazo preestablecido, en una moneda y bajo una secuencia de pagos prestablecidos, informados en un prospecto en el cual se establecen las condiciones de emisión.
Los bonos pueden ser emitidos tanto por el Estado Nacional, Provincial, Municipal o bien, por una empresa, en cuyo caso reciben la denominación de Obligación Negociable.
A diferencia del accionista, quien adquiere un Bono no es propietario de la empresa sino un acreedor más. En caso de quiebra tiene derecho a cobrar antes que el accionista. El bonista no cobra dividendos porque no tiene acciones, sino que recibe por prestar su dinero una rentabilidad cada año previamente pactada. Al finalizar la vida del Bono, o sea, en el momento de la amortización, le devuelven el dinero que prestó.
Existen distintos tipos de Bonos, entre los cuales podemos distinguir:
Hay que entender que si bien los bonos pertenecen al mercado de renta fija, esto no quiere decir que posean una ganancia asegurada dado que como en cualquier activo, siempre existen riesgos que pueden provocar que el inversor reciba un rendimiento diferente al esperado.
Existen distintos tipos de riesgos que afectan a la inversión en títulos de renta fija. Podemos mencionar Riesgos Exógenos, como ser el nivel de tasas de interés, la tasa de reinversión de cupones, etc. y Riesgos Endógenos, entre los cuales se incluye el riesgo de crédito o insolvencia y el riesgo de liquidez.
A modo de ejemplo, si compramos un bono que hoy cotiza a la par ($100) y dentro de un mes decidimos venderlo y su precio de mercado es más bajo que el que pagamos al momento de la compra, por ejemplo $98, estaremos enfrentando una pérdida de capital de $2 por cada $ 100 invertidos. Para obtener una ganancia asegurada, deberíamos esperar a que el título llegue a su vencimiento, habiéndonos asegurado el cobro de las rentas y el capital, conforme las condiciones de emisión.
Las Obligaciones negociables (ONs) son Instrumentos Financieros similares a los Bonos, pero emitidos por Empresas Privadas, para conseguir financiación del público en general, inversores, en lugar de solicitar el crédito directamente en Entidades Financieras.
Las Obligaciones negociables les permiten a los emisores (empresas), conseguir recursos fuera de las condiciones estándar de los préstamos que se ofrecen en el sistema financiero, consiguiendo una opción a la medida de sus necesidades, es decir, que se ajusta mejor al flujo de ingresos y/o al proyecto de inversión de la empresa. Siendo las condiciones de emisión a definir por la empresa.
Los inversores colocarán su dinero y recibirán una promesa de pago del emisor, dicha promesa se plasma en el prospecto de emisión, que contiene en detalle todas las condiciones de la obligación negociable. Por este motivo es considerado un instrumento de Renta Fija, ya que sus condiciones están establecidas o fijadas desde su emisión.
Existen variados tipos de obligaciones negociables que se adecuan a los distintos perfiles de inversores, según sus preferencias en cuanto a plazos, tasas, monedas, método de amortización, existencia de garantías, calificación de riesgo, entre otros factores. Podemos distinguir:
La calificación es una nota asignada por un agente de calificación de riesgo externo a la empresa que mide y califica la capacidad del emisor de honrar los pagos de renta y amortización de la deuda. Las obligaciones negociables pueden contar con una calificación de riesgo, lo que hace más segura la inversión.
Es importante destacar que se califica a la emisión y no a la empresa, por lo que una empresa puede tener distintas calificaciones para diferentes emisiones según la moneda, el plazo y las estructuras de los distintos bonos que emita.
La calificación de riesgo no es obligatoria pero la mayoría de las emisoras prefieren hacer calificar sus títulos dado que esta condición permite que inversores institucionales los incluyan en sus carteras.
El horizonte de inversión se refiere al plazo durante el cual el inversor decide dejar su capital invertido, en función de sus expectativas de rentabilidad y riesgo. En este sentido, resulta sumamente importante que el inversor analice debidamente el tiempo del cual dispone para inmovilizar su dinero, ya que de esto dependerá el éxito de su inversión y las alternativas de productos entre las cuales podrá optar.
La diversificación de carteras es el principio básico de la operatoria en mercados financieros, según el cual los riesgos pueden minimizarse si el importe global que se pretende invertir se distribuye entre un conjunto de activos con diferentes características.
La manera más importante de diversificar es combinar distintos activos, como renta variable y renta fija. Pero también podemos añadir diversificación dentro de cada clase de activos. Así por ejemplo, en renta variable mejoramos la relación rentabilidad-riesgo cuando diversificamos las inversiones en empresas de distinto sector y ubicación geográfica.
Se denomina volatilidad a la variación que experimentan los precios de los activos financieros ante cambios en las expectativas de los inversores. La volatilidad es una medida del riesgo de un activo. Es decir, que si el valor de un activo permanece relativamente constante a lo largo de un período determinado de tiempo, el activo es menos volátil, por lo tanto el inversor está menos expuesto a grandes variaciones en el capital invertido. Por el contrario, si el activo presenta grandes variaciones en su cotización, se dirá que registra gran volatilidad.
La diferencia principal entre un mercado primario y un mercado secundario radica en que el primero es la instancia en la que se emiten originalmente los activos financieros y el segundo es aquel ámbito donde se negocian e intercambian los valores negociables ya emitidos previamente.
CEDEAR (Certificado de Depósito Argentino): son certificados representativos de depósito de acciones u otros valores de sociedades con oferta pública en el extranjero. Quedan en custodia en la Caja de Valores y se pueden negociar como cualquier acción.
Los CEDEARs se emiten bajo un programa, donde un banco compra las acciones originales en Nueva York o en otras bolsas del mundo, las mantiene bajo custodia y en base a esa tenencia emite estos CEDEARs con un factor de conversión.
Los Exchange Traded Fund (ETF) son fondos que cotizan en los mercados. Se componen de una canasta diversificada de instrumentos y generalmente replican índices del mercado o diversos sectores de la economía, mediante acciones, bonos u otros instrumentos.
Es posible invertir en estos instrumentos en el mercado local a través de la negociación de CEDEARs de ETF.
Comprar un CEDEAR de ETF es equivalente a comprar, en una sola operación, todas las acciones que componen dicho índice de referencia o conglomerado. Esta característica ofrece un enorme aporte a la diversificación de una cartera.
Al igual que el resto de los CEDEARs, estos activos se ajustarán en base a dos variables: el valor del subyacente (es decir, del ETF que representen) y del dólar contado con liquidación.
Ejemplos de especies disponibles:
El perfil del inversor determina aquellos instrumentos que mejor se ajustan a las necesidades y a las particularidades individuales de cada persona.
La aversión al riesgo y las expectativas de rentabilidad de cada inversor, son entre otros, dos de los factores más importantes a la hora de determinar un perfil del inversor.
Normalmente, los perfiles suelen clasificarse como: conservador, moderado y agresivo:
Es una cuenta que permite al inversor operar en Bolsa. En ella se depositan todas sus tenencias de títulos valores y es imprescindible para poder realizar operaciones de compra-venta de Títulos Valores. La apertura de una cuenta comitente no tiene costo y se puede realizar directamente a través de Banca Internet Provincia BIP.