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Nuestros principales ejes de acción pueden resumirse en:
Un consumo responsable es consciente. Lo primero que debemos analizar es la real necesidad que queremos satisfacer con la compra de un nuevo producto. Siempre es una buena opción consumir o usar productos que sean amigables con el ambiente y/o respetuosos con la comunidad.
El consumo responsable se traduce en las premisas de “reducir, reutilizar y reciclar”.
1. Reducir: evitar el consumo de productos con poca vida útil para generar menor cantidad de residuos.
2. Reutilizar: alargar la vida útil de un objeto, dándole una “segunda vida” para aprovecharlo al máximo y disminuir los residuos y el desperdicio.
3. Reciclar: separar los diferentes tipos de residuos que, luego de un tratamiento especial, pueden ser tratados para crear materiales y producir otros productos.
Hay muchas iniciativas que podés implementar en tu día a día:
Involucra la compra, instalación y mejora de tecnologías de fuentes tradicionales de energía, pero con menor consumo, haciendo más eficiente el gasto energético de las familias.
Si vas a renovar tus electrodomésticos, prestá atención al etiquetado de los productos. Elegí aquellos que sean A+ o A++ o con tecnología Inverter, ya que al ser más eficientes también reducen el costo de tu factura del servicio de luz.
Existen 7 clases de eficiencia energética, representadas por letras, desde la A hasta la G, siendo A o superior (A+, A++) la clase recomendada por su alto ahorro de energía (aproximadamente un 50% con respecto a los artefactos con un consumo medio). Para aquellos bienes para los que no sea posible elegir esa categoría, recordá la siguiente información:
Te compartimos algunos consejos para que puedas implementar y ahorrar energía:
Si querés ser parte del cambio, podés adquirir productos o equipamientos para la generación, producción y transmisión de energía a partir de fuentes renovables.
Hay una amplia gama de productos: paneles o termotanques solares, baterías para almacenamiento de energía solar, bombas de calor, climatización solar, cargadores y artefactos de iluminación con energía solar, entre otros. Estos productos, al ser más específicos, recomendamos que te asesores o contactes al proveedor e investigar sobre la tecnología y mejor configuración para tu necesidad antes de realizar la compra.
También podés sumarte a cooperativas o programas de generación distribuida si no es viable instalar equipos propios.
Consultá si existen programas estatales o municipales que ofrezcan subsidios o beneficios fiscales para la compra de tecnologías renovables.