Desde una aplicación de comida rápida hasta el acceso a un medio de comunicación. Cada vez son más los productos y servicios digitales que utilizamos en nuestra vida cotidiana que requieren una contraseña de acceso.
Ante esta proliferación de claves, muchas personas caen en la tentación de elegir una palabra o combinación de números muy simple, que además replican para varias plataformas. Peor aún, en algunos casos permiten que el navegador recuerde la clave. Y ni hablar de quienes dejan anotada su contraseña en una libreta, un taco de papel o un postic.
Crear una contraseña simple, segura y fácil de recordar es sencillo. Solo tenés que seguir estos cuatro consejos:
- Usá letras, signos de puntuación y números. Elegí alguna frase que te guste (puede ser de una canción). La clave puede formarse con las primeras letras o la primera sílaba de cada palabra más un caracter especial y un número. Por ejemplo: "Que los cumplas feliz", sería: Qlcf.001 o quelocufe.7. Otra opción puede ser que seleccionés dos cosas que te gusten y reemplacés las vocales por números. Por ejemplo, "Helado, coco", podría ser "H3l4d0_c0c0".
- Evitá utilizar claves que resulten fáciles de adivinar. No uses años actuales, fechas de cumpleaños ni nombres propios tales como: Julio2022, Maria060385.
- No utilices una misma clave para todos los servicios. No todas las plataformas requieren el mismo nivel de seguridad. Sin dudas, la contraseña de home banking es más importante que la de la cuenta de autogestión de un servicio público. Siempre es más seguro utilizar una clave diferente para aquellas plataformas que guardan datos o información más sensible.
- Nunca guardes las claves. No las dejes recordadas en el navegador de Internet ni anotadas en papeles.
Ante cualquier duda vinculada a seguridad informática visitá nuestro Centro de Seguridad.