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SÁBADO 12 DE JULIO DE 2025

Análisis de la Gerencia de Estudios Económicos para Provincia Pymes

¿Qué pasará con el dólar en el nuevo esquema de bandas?

Tras la salida del cepo, el peso no se depreció significativamente en la primera semana “desregulada”, en un contexto donde la tasa de interés de política monetaria no se movió. Pero ¿qué podría llevarlo al piso de la banda y qué al techo?

24/04/2025
Panorama1

El acuerdo con el Fondo reestructuró la macro argentina. La flexibilización del cepo, con su virtual desaparición para personas humanas -fin del dólar ahorro y consecuentemente de la brecha- y la relajación para pagos de importaciones, intereses de deuda y utilidades generadas a partir del balance 2025, ampliaron la demanda de divisas en el mercado oficial. Por su parte, la eliminación del dólar blend, que implica liquidar todos los dólares surgidos por exportaciones en el mercado oficial, amplió la oferta. 

La respuesta inicial del mercado fue positiva. Además de la suba de los bonos en moneda extranjera y la compresión del riesgo país, que pasó de la zona de 900 puntos básicos (p.b.) a la de 200 en dos semanas -o lo que es lo mismo, reduciendo de 430 p.b. a 250 su distancia con la media de la región-, que era esperable, la reacción del tipo de cambio fue inusual. 

En contraste con las anteriores flexibilizaciones cambiarias (1959, 1962, 1967, 1977, 1988, 1990 y 2015), el peso no se depreció significativamente en la primera semana “desregulada”, en un contexto donde la tasa de interés de política monetaria no se movió. Dicho esto, vale notar que la tasa de plazos fijos a 30 días pasó de la zona del 30% nominal anual a la del 37%, y cierto rendimiento de colocaciones en pesos mejoró. En sentido opuesto, la tasa promedio de LECAPs a vencer entre abril y agosto cayó de 3,3% de tasa efectiva mensual a 2,5%: la demanda de títulos en pesos se recuperó en tiempos de flexibilización cambiaria. 

Por último, vale destacar que el Banco Central se retiró del mercado de pases activos -más allá de algunas reposiciones puntuales, vinculadas a operaciones concertadas en la primera mitad de abril-, ajustando la oferta de pesos. En respuesta a este “racionamiento”, la tasa interbancaria saltó de la zona de 33% nominal anual (+2,5% mensual) a la de 48% (+3,3%), encareciendo el crédito: la tasa de Adelantos saltó de 36% nominal anual a mediados de abril a 54% el 14/04 y 45% en la actualidad (TEM de 3,2%, 4,5% y 3,8%, respectivamente). Así, la política monetaria adquirió un carácter más contractivo, pero este cambio no fue drástico. 

En este esquema, tiene sentido preguntarnos cómo seguirá el tipo de cambio: ¿qué podría llevarlo al piso de la banda, qué al techo? 

Para responder esto, es importante saber qué hará el Banco Central: el acuerdo con el FMI lleva una meta de acumulación de Reservas que implicaría compras por alrededor de USD 5.000 millones hasta el 13 de junio (lo que obligaría a sumar USD 150 millones promedio diario), que traería un incremento de la demanda de divisas, y consecuentemente su precio. Sin embargo, en distintas oportunidades el gobierno dejó entrever que “no le preocupa acumular reservas”, de modo que ¿preferiría incumplir la meta con el Fondo a ponerle un piso al tipo de cambio? Si así fuera, eliminaría esta fuente potencial de demanda de divisas. 

En segunda instancia, habrá que ver qué pasa con la política monetaria: ¿seguirá al margen del mercado de pases activos el Banco Central, reduciendo las fuentes potenciales de liquidez y por tanto de demanda de divisas? ¿convalidará una suba de la tasa de referencia, se acomodarán los plazos fijos? La formación de activos externos -demanda de dólares para ahorro-, que habría sumado USD 1.000 millones en la primera semana sin cepo, ¿se incrementará o seguirá en estos valores? Para dimensionar, en 2016-2017 promedió USD 1.300 millones y en 2018-2019 USD 2.300 millones. Un endurecimiento de la política monetaria podría ayudar en este frente, aunque moderaría el crecimiento de la demanda interna en la previa electoral. 

En 2026 y 2027, el Estado Nacional deberá repagar más de USD 20.000 millones de deuda en moneda extranjera por año, entre títulos, intereses con el FMI, BOPREAL, swap y vencimientos con otros organismos multilaterales (ver Semana Económica 876). Los desembolsos del Fondo sumarán USD 5.000 millones entre ambos años, y no alcanzarán para cubrir ni un 25% de los pagos a afrontar: sin un superávit de cuenta corriente atípico, tanto para la historia argentina como para la dinámica global, habrá que cancelar estas obligaciones con financiamiento de mercado.  

La meta de reservas podrá no ser “preocupante” para el Gobierno, y permitir un tipo de cambio que no se pegue al techo de la banda en el corto plazo. La no acumulación de reservas, ¿será irrelevante para los no residentes, tanto organismos como mercado? De lo que piense el Fondo dependerá el curso del dólar en los próximos meses, de lo que piense el mercado el de mediano plazo. 

Para leer el informe completo y acceder a otros documentos elaborados por la Gerencia de Estudios Económicos de Banco Provincia ingresá aquí.

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