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SÁBADO 07 DE JUNIO DE 2025

Análisis de la Gerencia de Estudios Económicos para Provincia Pymes

Reservas e inflación: la razón que demora al BCRA a comprar dólares

Hasta octubre, el Banco Central no quiere comprar divisas porque eso sumaría un factor de demanda, lo que pondría un piso a su cotización y por tanto a la inflación. ¿El mercado querrá prestarle dólares a una economía sin reservas?

20/05/2025
DolarMacro

El acuerdo con el FMI exige un piso de crecimiento de casi USD 5.000 millones para las reservas netas hasta el 13 junio: si no se alcanza, no se destrabaría el segundo desembolso del programa por USD 2.000 millones. Desde el gobierno, en distintas oportunidades, manifestaron que el objetivo era irrelevante: con y sin acumulación, los giros se harían igual. Así, sostienen, el stock de reservas no tiene sentido en un esquema de “tipo de cambio flotante”.

En estos regímenes cambiarios, el precio del dólar depende de la libre interacción entre oferta y demanda, de modo que no hay intervenciones del Banco Central, y por tanto las reservas cumplen un rol secundario. Ahora bien, este análisis omite que el Estado Nacional debe pagar al menos USD 15.000 millones de deuda en moneda extranjera en 2026 y USD 25.000 millones en 2027. Estos compromisos serán difíciles de alcanzar sin dólares en el Banco Central. A menos que se consiga el financiamiento externo.

En la actualidad, la Argentina le debe más de USD 50.000 millones al FMI y representa casi la mitad de su cartera de deudores, que llega a USD 110.000 millones. Parece difícil entonces ampliar esta fuente. En una dinámica similar estamos con el resto de los organismos multilaterales. ¿Y el mercado?

Desde 2018, el Estado argentino tiene cerrado el acceso a los mercados internacionales: la última colocación fue en enero de ese año, con un riesgo país de 380 puntos básicos (p.b.), índice que ronda los 650 p.b. en mayo de 2025. El desafío es flexibilizar esta canilla. El problema es que para esto pareciera ser necesario acumular reservas.

Tabla

Como se observa en el cuadro, hay una fuerte relación entre reservas (medidas como porcentaje de PIB, para comparar con relación al tamaño de cada economía) y riesgo país: cuanto mayor es el primero, menor el segundo. De hecho, pareciera haber un umbral de 10% para tener un índice “tolerable”, que permita colocar deuda en los mercados externos.

Para alcanzar este ratio, el Banco Central debería sumar más de USD 20.000 millones hasta el cierre del año. Si bien los desembolsos pre-acordados con el Fondo aportarían USD 3.000 millones y entre repo y otros organismos multilaterales podrían entrar hasta USD 2.000 millones, el resto, USD 15.000 millones, debería ser comprado en el mercado. Para dimensionar, el pico de compras entre junio y diciembre fue USD 9.000 millones en 2006. En 2024, un buen año para el Banco Central en este frente -, se compraron USD 4.400 millones.

En última instancia -es decir, en ausencia de otras fuentes de financiamiento-, las reservas representan la capacidad de pago de un país, y por eso su estrecha correlación con el riesgo país. El umbral de 10% no es fijo, ya que no es lo mismo llegar con las Reservas creciendo y el resultado de cuenta corriente -exportaciones menos importaciones de bienes y servicios- en terreno positivo que hacerlo con este en rojo y el tipo de cambio apreciado.

Hasta octubre, el Banco Central no quiere comprar dólares porque eso sumaría un factor de demanda, lo que pondría un piso a su cotización y por tanto a la inflación. ¿El mercado querrá prestarle dólares a una economía sin reservas? La ruta sigue más allá de las luces de la autopista.

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