Es el concepto financiero de moda. Muchos ticktokers e influencers financieros están hablando del interés compuesto en sus posteos. Y aunque a priori parece un término complicado, en realidad es muy simple de entender y esconde una de las claves más poderosas (y subestimadas) a la hora de invertir.
Desde Banco Provincia, se impulsa la difusión de este tipo de herramientas financieras accesibles que permiten a más personas tomar decisiones informadas y potenciar sus ahorros de manera sostenida.
Es simple. Cuando una persona tiene algo de dinero ahorrado y lo invierte —por ejemplo, en un plazo fijo—, va a generar intereses. Pero si al vencimiento no retira ese dinero y lo vuelve a invertir junto con los intereses ganados, entonces la ganancia del próximo período será mayor, porque va a estar generando rendimientos sobre un capital más grande.
Se puede resumir también en la forma de ganar intereses sobre tus intereses. Es decir que es una de las alternativas más sólidas para hacer crecer los ahorros sin que el inversor tenga que hacer nada. Solo debe esperar y tener paciencia con su dinero.
Ahora bien, ¿cómo se consolida el interés compuesto? Se sostiene bajo tres premisas: el tiempo, la constancia y la reinversión. Porque a mayor plazo y mayor frecuencia de capitalización, mayor será el efecto multiplicador.
Por ejemplo, si cada 30 días la persona hace un nuevo plazo fijo con todo lo que generó el mes anterior (capital + intereses), el capital crece más rápido que si solo renovaras el capital original.
Veamos un caso concreto. Si la persona tiene $100.000 y lo coloca en un plazo fijo tradicional a 30 días, con una tasa nominal anual del 30,5%, al mes gana aproximadamente $2.541,67. Y si luego reinvierte los $102.541,67, el próximo mes gana intereses sobre ese nuevo monto, y así sucesivamente.
Si hace esto durante 2 años (24 renovaciones) el capital casi se duplicaría: es decir que pasaría de $100.000 a $182.645 sin sumar un peso más. (Aclaración: este ejemplo es aproximado y supone una tasa constante y reinversión mensual total).
En contextos donde los precios se estabilizan y las tasas aún ofrecen rendimiento positivo, el interés compuesto vuelve a ser protagonista. Ya no se trata solo de "correr atrás de la inflación", sino de capitalizar el ahorro.
Además, con la volatilidad del dólar y la incertidumbre sobre instrumentos más riesgosos, los plazos fijos tradicionales o UVA aparecen como opciones seguras y previsibles para perfiles conservadores.
La banca pública bonaerense ofrece distintas alternativas de inversión pensadas para cada perfil de cliente/a, con el objetivo de acompañar a las personas en el crecimiento sostenido de su capital, brindando seguridad, confianza y asesoramiento profesional.
Según estas razones puede ser una muy buena idea para:
- Personas que buscan preservar su capital sin arriesgarse
- Jóvenes ahorristas que pueden dejar el dinero quieto por un tiempo.
- Familias que quieren generar un fondo para objetivos futuros (como estudios, vivienda o viajes).
- Quienes no siguen el mercado todos los días, pero quieren rendimientos constantes y sin estrés.
Por lo tanto, el interés compuesto no es exclusivo de economistas ni grandes inversores. Es una herramienta accesible, efectiva y silenciosa para que tus ahorros crezcan con el tiempo. Lo único que necesitás es disciplina para reinvertir y dejarlo actuar.